La Oficina de Transformación Comunitaria ha organizado varios encuentros con negocios y habitantes interesados en compartir la inversión y la energía solar
«La creación de una Comunidad energética nos parece muy buena idea, no sólo para reducir el precio de la factura, que también, sino por cuestiones de sostenibilidad. Es una figura que podría dar soporte a mucha gente y negocios en la zona de Luarca, que pudieran compartir esa inversión», apunta el concejal de Promoción Económica, Turismo, Empleo, Energía, Ciencia e Innovación del consistorio valdesano, Ismael González. Habla sobre la iniciativa que impulsa el Ayuntamiento, a través de la Oficina de Transformación Comunitaria del Occidente, y para la que pone a disposición de los interesados tejados de diferentes edificios municipales, fundamentalmente en el entorno de Villar, en Luarca.
Las cubiertas de la piscina municipal, del colegio público Ramón Muñoz, la pista polideportiva o el Conservatorio Profesional de Música, son algunas de las superficies en las que se podrían ubicar placas solares. «Según los estudios son zonas que tienen buena luz. Quizá también la cubierta del colegio Padre Galo pudiera ser productiva», explica el edil.
En cualquier caso, según la normativa vigente, serían las casa o negocios establecidos en un radio de dos kilómetros, del punto en que se ubiquen dichas placas solares, los que podrían beneficiarse de la energía renovable. «El Ayuntamiento será uno más en esa futura Comunidad energética, que se debe constituir como asociación. Hacen falta un mínimo de cinco personas y, en función del número de interesados, dimensionaremos el proyecto, para repartir la inversión y la energía», explican en la Oficina de Transformación.

Por el momento, según los cálculos del Ayuntamiento, la energía que se produciría utilizando todas las cubiertas municipales disponibles en Villar podría dar soporte a unas 130 viviendas (según datos de consumo medio de los hogares). Si bien «el Ayuntamiento o un negocio puede consumir más, y algunas casas, menos, por lo que lo importante es concretar lo más fielmente posible cuánta gente está interesada», inciden los promotores. «Lo ideal sería que a finales de mayo y principios de junio podamos saber qué vecinos, bares o comercios quieren participar del proyecto, para poder tener el proyecto en verano», destaca González.
El Ayuntamiento de Valdés presentaba, en enero, la nueva Oficina de Transformación Comunitaria del Occidente, con sede en la Calle El Pilarín, en la villa luarquesa. Un espacio en el que informarse, y aclarar las dudas, sobre unos proyectos que llegan para quedarse: las comunidades energéticas. Ana Acevedo es la encargada de la oficina, que recorre diferentes localidades del Occidente explicando al detalle cómo se puede uno beneficiar de esta forma de asociarse para consumir energía renovable.
La Oficina da servicio a seis concejos del Occidente (Cangas del Narcea, El Franco, Navia, Tineo, Vegadeo y Valdés) y, en la sede luarquesa, ofrece, hasta el próximo 18 de junio, más de cuarenta talleres de dinamización energética y comunitaria. Conceptos como «prosumidor», «descarbonización» o «Transición energética» son algunos de los que Acevedo aclara en la Oficina de Transformación, que ya ha llegado a rincones del Occidente como Mieldes, Lebredo, Puerto de Vega, Valdepares, Trevías o Arancedo.