Ramón Cabodevila, entrenador del Altruán Ribadeo: «El piragüismo en A Mariña avanza gracias al esfuerzo y la disciplina»

Ramón Cabodevila con jóvenes deportistas del Club Altruán.
En esta entrevista, Cabodevila comparte su visión sobre el piragüismo, su metodología de trabajo, el cambio que ha impulsado en la provincia de Lugo y el profundo valor que transmite este deporte, tanto en lo deportivo como en la vida cotidiana

Ramón Cabodevila ha contribuido de forma destacada al crecimiento del piragüismo en A Mariña, impulsando su desarrollo con trabajo constante y dedicación, colocando al Club Altruán de Ribadeo en una buena posición a nivel nacional. Su impacto va más allá de la simple formación técnica de los palistas, centrándose especialmente en el desarrollo de jóvenes talentos, con un enfoque particular en las niñas, a quienes considera fundamentales para el crecimiento del club. Estas jóvenes, destaca, sobresalen por su fortaleza, competitividad y espíritu luchador

¿Cómo llegaste al mundo del piragüismo y qué te llevó a vincularte con el Club Altruán de Ribadeo?
Había remado de pequeño, pero llevaba 30 años alejado del piragüismo. Mi etapa de competición en otros deportes había terminado, pero ese gusanillo nunca desaparece. Un día decidí retomar este deporte a nivel particular, sin más pretensión que mantenerme en forma.

¿Qué supone para ti compaginar tu labor como entrenador del Altruán con la coordinación del piragüismo en la provincia de Lugo?
Es un reto constante. A veces digo que vivo en la furgoneta. Son siete clubes en la provincia, cada uno con sus particularidades. Aun así, soy entrenador principal del Altruan, llevo al primer equipo en base a los horarios que me permiten atender al resto.

El Altruán fue el segundo club con más podios en el Nacional Sprint de Jóvenes Promesas. ¿A qué se debe este salto de calidad?
A tres cosas: disciplina, constancia y motivación diaria. No hay atajos. Aquí nadie regala nada y cada resultado es fruto de muchísimo trabajo.

¿Qué metodología aplicáis con los más jóvenes del club?
Hasta los 12 años, lo importante es disfrutar, crear grupo y aprender técnica. A partir de esa edad, hacemos una pequeña selección e invitamos a los que creemos que tienen potencial en base a distintos factores: físico, mentalidad, notas académicas (si un alumno apenas logra aprobar, será muy difícil que mantenga el nivel académico cuando empiece a dedicar tiempo y esfuerzo al piragüismo), apoyo familiar, disciplina y sobre todo, actitud de mejora. No buscamos solo palistas, buscamos personas comprometidas.

¿Qué papel juegan las familias?
En mi grupo, el trato es directo con los palistas. Las familias están informadas, claro, pero fomentamos la autosuficiencia desde pequeños. Tienen que aprender a resolver, a organizarse, a asumir sus responsabilidades con la menor ayuda posible. Y eso también se entrena.

Desde la Federación, con apoyo de la Diputación de Lugo, estáis impulsando una liga provincial. ¿Qué papel cumple?
La liga provincial es de vital importancia para la evolución del deporte. Es el primer contacto con la competición real. Ahí los chavales descubren si quieren seguir avanzando. Además, nos permite detectar talento a tiempo. Nadie empieza corriendo un maratón, y esta liga es esa primera carrera necesaria. Para la federación el apoyo de la Diputación está siendo fundamental para que esto funcione, agradecemos el esfuerzo y el compromiso constante que mantienen año tras año con el deporte.

¿Qué respuesta encuentras en los clubes de la provincia?
Cada club de la provincia es un universo propio, con sus características, fortalezas y desafíos. Por ejemplo, el Fluvial juega en otra liga en cuanto a presupuesto, infraestructuras y volumen de palistas. El Cidade de Lugo también destaca por su solidez, con una estructura técnica muy bien definida. En Monforte, el Quixós es el único club de la provincia centrado exclusivamente en aguas bravas, y sus resultados a nivel nacional son impresionantes, con varios palistas en centros de tecnificación y alto rendimiento.

Viveiro cuenta con un sólido equipo de veteranos y, desde hace tiempo, están desarrollando con acierto su cantera infantil y cadete. San Ciprián vive una etapa de renovación con una nueva directiva llena de ilusión y ganas de revitalizar el club. En Foz encontramos palistas base con un potencial enorme, siempre que continúen en esa línea de trabajo. Y en Ribadeo, el crecimiento ha sido notorio en los últimos años, no tanto por la cantidad de palistas, sino por la calidad y el compromiso de los mismos, algo que hoy es nuestra mayor seña de identidad.

¿Cuál es el mayor obstáculo para que el piragüismo crezca más en A Mariña?
El piragüismo es un deporte exigente. Salimos al agua cada día, sin importar el frío, la lluvia o el viento. Tiene que apasionarte de verdad, porque requiere compromiso, constancia y un espíritu de superación continuo. Además, competimos con otros deportes más populares que, por su visibilidad y tradición, atraen a un número mayor de jóvenes.

Siempre hablas de esfuerzo y tesón. ¿Qué valores transmite este deporte?
Hay que tener cuidado con esa corriente tan de moda en los últimos años, llena de frases motivacionales y promesas de que todo es posible si te esfuerzas lo suficiente. La realidad es más compleja. El tesón y el esfuerzo son fundamentales, sí, pero en deportes de alto rendimiento como el piragüismo, entran en juego muchos otros factores, como la genética, que pueden marcar límites difíciles de superar. Aquí no se engaña a nadie: cada palista llega hasta donde puede, y eso ya es digno de admiración. Lo único que exigimos es compromiso diario, no resultados. Porque los valores que se cultivan en este deporte —la tenacidad, la superación, la capacidad de levantarse tras una derrota, la humildad en la victoria y también en la caída— son los que de verdad perduran y definen a una persona.

¿Cómo se equilibra la formación deportiva con la humana?
Van de la mano. El deporte es como la vida misma: un día estás arriba y al siguiente, abajo. Da igual cuánto entrenes o cuánto sacrifiques por ganar, porque no siempre se recoge lo sembrado. Por eso aprenden a disfrutar del camino recorrido, a valorar cada paso. Todo eso va calando poco a poco en su forma de ser, y es algo que les acompañará para siempre.

¿Ves relevo generacional en A Mariña?
El nivel del piragüismo en Galicia y en España es altísimo, una auténtica locura. Aun así, estamos compitiendo de tú a tú con los mejores. Mientras sigamos trabajando la base como hasta ahora, seguiremos formando palistas de primer nivel. El Altruán tiene asegurado tanto el presente como el futuro inmediato, y el resto de clubes de la provincia también están en el buen camino, formando deportistas con un enorme potencial.

¿Cómo imaginas el piragüismo en A Mariña dentro de cinco años?
En cinco años, no tengo ninguna duda de que tanto el número de practicantes como el nivel de los deportistas aumentarán significativamente. El trabajo que estamos realizando con la base ya está dando frutos, y dentro de ese tiempo podremos alcanzar logros que hace poco parecían impensables.

¿Qué pedirías a las instituciones para seguir creciendo?
El crecimiento de deportes como el piragüismo depende en gran medida del apoyo institucional, que se materializa a través de subvenciones, becas y otras ayudas. Ambas partes somos conscientes de la importancia de este esfuerzo conjunto, por lo que esperamos que esta valiosa colaboración continúe.

¿Qué te motiva cada día a seguir?
Ver la evolución de los palistas, desde sus primeros pasos hasta lograr ganar un Campeonato de España, es algo que no tiene precio. Son años de risas, lágrimas, buenos momentos y otros no tanto, pero cada uno de ellos forma parte del proceso. Y cuando miras atrás, te das cuenta de que esa persona ha pasado por todas esas etapas, y al final, tienes una campeona, no solo en el deporte, sino en todos los aspectos de la vida. Eso es lo que realmente lo hace insuperable.

¿Qué representa el Altruán para ti, más allá de lo deportivo?
Es el claro ejemplo de que, con esfuerzo y dedicación, no existen clubes pequeños. Es una verdadera fábrica de sueños para aquellos palistas que luchan cada día por alcanzar sus metas. Son niñas que no faltan ni un solo día de entrenamiento, sin importar el clima, si están enfermas o si tienen exámenes. Superan cualquier obstáculo, y eso es lo que significa ser una campeona, tanto en el deporte como en la vida.

¿Alguna anécdota que resuma todo esto?
Ahora somos conocidos en todas partes, y la gente valora el gran salto que hemos dado. Para nosotros, lo más importante es cuidar a nuestros campeones, porque gracias a ellos, los más jóvenes tienen un modelo a seguir.