Varios centenares de personas disfrutaron del espectáculo en las calles de la villa, con usuarios del CAI de Canero, el colegio EDES y personas mayores de varias residencias
El arte siempre sirvió para reivindicar y para eso lo utilizaron (y lo derrocharon), este viernes, integrantes de la Asociación Fraternidad, el Colegio de Educación Especial Edes y el CAI de Canero. El «Festival Inclusiones», un clásico ya en la comarca, reunió en las calles de Tapia de Casariego un buen número de artistas, como los de la Banda de Gaitas Marino Tapiega, y la Escuela Municipal de Música y Danza de Tapia de Casariego. Entre todos, reivindicaron la participación activa de las personas con discapacidad intelectual, «no sólo en las actuaciones, sino también en las labores de organización y presentación».
«Hoy hemos demostrado que comunicar a través del arte no entiende de etiquetas», clamaron Olimpia y Desi, usuarias de la Asociación Fraternidad y presentadoras del evento, que congregó a más de doscientas personas. Según cuentan, «especialmente emotiva fue la intervención de las personas mayores y algunas de las profesionales de la Residencia Villamil» que, a través de la música y la poesía, reivindicaron una voz propia.
«Queremos que se nos mire, que se nos hable, que se nos cuide. Somos memoria viva que, si se nos respeta, abrimos puertas al cariño», defendieron. Los mayores participantes del festival llegaron también del Centro Residencial Cabueñes.
«Un año más, esta ha sido una celebración en la que el occidente asturiano se ha unido para fomentar la inclusión y la participación de todas las personas en la sociedad», celebran en Fraternidad, organizadora del evento, en el que también colaboraron el Ayuntamiento de Tapia de Casariego y otras asociaciones del concejo como Sofitapia y Os Mismos de Sempre.
La gran fiesta de la inclusión terminó con pincheo para todos los asistentes y baile amenizado por DJ Kafer. El broche de oro para una tarde de sol, disfrute vecinal en la calle, magia, baile y mucha alegría.
