Los organizadores del Resurrection Fest han publicado un comunicado en el que afirman que «en los últimos días se han dado por veraces graves acusaciones y desinformación sobre el festival», por lo que desean «aclarar» que condenan «la masacre que está sufriendo el pueblo palestino» y muestran «solidaridad con ellos en esta graves crisis humanitaria». Además, reclaman se ponga «final a esta situación» y sostienen que «el festival no financia ninguna guerra».
También explican que cuentan con socios externos «para poder asegurar el futuro en una industria cada vez más difícil y global». En este sentido, relatan que «en 2022, después de una pandemia, Resurrection Fest se asocia con la plataforma de festivales independientes Superstruct», en la que «hace tan solo unos meses» entró la americana KKR. Los organizadores insisten en que «el festival se mantiene independiente y la gestión del festival se ha mantenido intacta durante 20 años, al igual que nuestros valores éticos».
Por todo ello, exponen que «desde su inicio, Resurrection Fest ha sido un punto de encuentro para miles de personas de diversas nacionalidades, un espacio colectivo de libertad cultural y tolerancia, y seguirá siéndolo».
