El «Pueblo Mágico de Asturias 2025» está a la Puerta de Occidente: así es Salas, una villa medieval rodeada de tesoros y recursos
El territorio ha recibido también un reconocimiento por «la puesta en valor de su patrimonio», un «asunto de Estado» para los habitantes de la zona, de quienes destaca su hospitalidad
Se mire por donde se mire, Salas suele destacar. Y no es exageración. Pocos concejos de menos de 5.000 habitantes cuentan con la dinamización sociocultural que tiene el territorio salense, regado de joyas patrimoniales que el vecindario se rehúsa simplemente a observar. Y es que en Salas, la torre medieval del Castillo Valdés-Salas sigue dando sombra a los cafés del grupo de amigas y al mercado de los martes, sirve de escenario en multitudinarias festividades como el Certamen de Quesos Artesanos de Asturias o el Concurso de Sidra Casera y también guarda en su interior la entrada a un Museo Prerrománico de San Martín, con tesoros tales como las lápidas epigráficas de la Iglesia de San Martín, muestra de la riqueza decorativa del prerrománico asturiano del siglo X.
Sí, en Salas la Historia está muy presente y el pueblo la cuida como quien sabe que tiene el deber de continuarla. ¿El mejor ejemplo?, el Monasterio de San Salvador de Cornellana; un imponente cenobio, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 2015 que, el pasado año, cumplió su primer milenario, mejor conservado que nunca, en plena segunda fase de restauración y con unos futuros usos que le garantizarán al menos cumplir otros cuántos siglos. Su trabajo le costó al pueblo y al consistorio (junto al Principado y el Arzobispado).
La dedicación plena de los salenses a su patrimonio es, en efecto, destacable. Y así lo ha querido reconocer la Red de Pueblos Mágicos de España, otorgándole el galardón a la «Puesta en valor del patrimonio», en su convocatoria de premios de 2025. Un patrimonio que no solo tiene que ver con la piedra sino con la naturaleza, tal como la Cascada del Nonaya (y su sencilla y transitada ruta de acceso, reconocida con el galardón Sendero Azul) o el Tejo del cementerio de San Martín, uno de los más altos de Asturias.
Los habitantes de la villa también custodian en el corazón del casco histórico, la especial Colegiata de Santa María, encargada por el Arzobispo Don Fernando de Valdés, fundador de la Universidad de Oviedo. Su mausoleo, en el interior del templo, es una de las principales obras de Arte no solo del concejo, sino la manifestación escultórica más notable del Renacimiento en Asturias. Fue realizada por el escultor italiano afincado en la corte Pompeo Leoni (1589), que también realizó los monumentos funerarios de El Escorial.
Conocida como «La Puerta de Occidente», la villa de Salas es, además, el Pueblo Mágico de Asturias 2025, y una tierra que ofrece un sinfín de oportunidades para disfrutar en familia, en pareja o de forma individual. Si uno es amante de la naturaleza, por ejemplo, nada que añadir a un paseo por la fértil vega del Narcea, río salmonero del que, este mismo abril, volvía a salir el «Campanu de Asturias». El salmón más soñado y exclusivo que se subasta como hace varios siglos al pie del monasterio de Cornellana. Aprender sobre la cultura ribereña de mano de los habitantes de Cornellana es una de esas cosas que no se aprenden en los libros.
La gastronomía, un capítulo aparte. Desde los clásicos Carajitos del Profesor a la repostería tradicional asturiana con los mejores y más naturales ingredientes, todo lo que encuentras en el concejo salense es de calidad. Embutidos gourmet en Malleza y hasta salchichón de avestruz en La Espina, quesos con incontables premios, en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Afuega’l Pitu, y plantaciones de Kiwis que manifiestan la fertilidad de la tierra del concejo. Además, por supuesto, de un buen puñado de productores de sidra casera que, seguro, te escanciarán un culín a modo de bienvenida.
La hospitalidad de los salenses es conocida y atestiguada por quienes ya han visitado el concejo. Por ejemplo, incontables peregrinos, que disfrutar del Camino de Santiago Primitivo y los tramos que transcurren por el municipio: en total 25 kilómetros, en la tercera etapa oficial de San Xuan (Grao) a Salas , y la cuarta, de Salas a Tineo. También con una importante red ciclosenderista y un área de caravanas con todos los servicios (punto de descarga de aguas grises y negras, servicios de basura, iluminación y amplia zona de maniobra), la villa y su entorno son lugar idóneo para un turismo sostenible y relajado, de ese que «carga las pilas».
Eso sí, para emociones fuertes y movimiento, el concejo salense también es parada ideal. Con tres escuderías automovilísticas, tres equipos de fútbol, y pruebas pioneras como el Trail Virgen del Viso, Salas vuelve a destacar en el ámbito deportivo. Próximamente, por ejemplo, tendrán lugar competiciones que han llegado para quedarse, como la Lobo Race de Salas, una carrera de obstáculos que reúne varios centenares de participantes y se celebrará, en la villa, el próximo 7 de septiembre.
El Palacio de la Condesa de Casares también en la villa de Salas, la icónica Capilla de la Virgen del Viso (a cinco kilómetros de la capital salense con unas vistas privilegiadas y una de las romerías más especiales de Asturias), o la ruta de casas indianas por Malleza (apodada «La pequeña Habana») son otros de los rincones imperdibles del municipio, que no olvida sus zonas más rurales. Tales como Doriga, que alberga el Palacio de los Corugedo, de los siglos XIV-XVI y declarado también Monumento Nacional, además de interesantes edificaciones civiles y religiosas. O como Láneo, un pueblo típico ribereño repleto de elementos de la cultura etnográfica como los secaderos de tabaco.
Si se trata de conexiones, Salas tiene también un enclave privilegiado, a treinta minutos de la capital asturiana, Oviedo, así como del Aeropuerto de Asturias. Por autovía sin peajes se encuentra, también, a una distancia de una hora y veinte minutos en coche de Ribadeo y a dos horas y media de la ciudad de Lugo.